05-12

Era un lunes. Me pareció ridículo el concepto de llorar de felicidad. Llevaba su sweater y el reloj antiguo en la muñeca. Mi cabeza descansaba en su almohadita cuando se lo arrojé así repentinamente, quería decirlo antes de cambiar de opinión y arrepentida gritar que que me conformaba con sólo un par de sus piezas y la espera desesperada. La prudencia no es una característica típica los lunes, mucho menos cuando ese lunes es el prólogo del 06 de diciembre y tal vez esto, bajo otras circunstancias, pudiera significar algo.

Original del 05 de diciembre de 2016.

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